La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) informó que el 03 de junio de 2021, a las 13:17 hora local registraron un sismo de magnitud 4,1 a 16 km al suroeste de Carora; con una profundidad de 5,0 km.
Recomendó mantener la calma ante hechos de esta naturaleza que, según indicaron, son normales en Venezuela, ya que es un país sísmico; en un contexto geodinámico importante y complejo por la interacción entre la placa del Caribe y la Suramericana, lo que origina actividad sísmica en el territorio nacional.
La zona de mayor actividad sísmica en el país corresponde a una franja de unos 100 km de ancho, definida a lo largo de los sistemas montañosos de Los Andes, la Cordillera Central y la Cordillera Oriental, lugares en los que se ubican los principales sistemas de fallas sismogénicas del país: Boconó, San Sebastián y El Pilar; a los que se suman otros sistemas activos menores como Oca-Ancón, Valera, La Victoria y Urica.
La fundación invitó a la población venezolana a promover la cultura sísmica con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de las edificaciones y estructuras, ya que los sismos son eventos que se producen sin previo aviso, motivo por el cual hay que estar preparados para afrontarlos.
En junio de 2020, se pudo percibir un sismo de magnitud 4.4 Mw, a 42 kilómetros al oeste de Isla Tortuga, con profundidad de 9 Km. Según usuarios de Twitter, este sismo se pudo sentir en Caracas, como en zonas cercanas a Los Teques, Guatire, Baruta; incluso, algunas personas llegaron a percibirlo en Maracay.
Sismo al norte de Trujillo
Más tarde, a las 8:50 se pudo percibir otro de estos fenómenos naturales a 52 Km al norte de Trujillo; con una magnitud de 2.7 Mw y una profundidad de 4.9 Km. Además, a las 9:21 a 54 Km al norte de Macuro se detectó un sismo de magnitud 2.5 y una profundidad de 5.1 Km.
Por otro lado, se debe aclarar que la magnitud y la intensidad miden diferentes características de los terremotos. La magnitud mide la energía liberada en la fuente del terremoto, y se determina a partir de mediciones realizadas con la ayuda de sismógrafos.
Mientras que, la intensidad mide la fuerza del temblor producido por el terremoto en un lugar determinado; y se determina a partir de los efectos en las personas, las estructuras humanas y el entorno natural.
Asimismo, la escala de intensidad consiste en una serie de respuestas clave, tales como el despertar de personas; el movimiento de muebles, o el nivel de daños a estructuras, según Fundivis. La comunidad científica posee el consenso de uso de la escala sismológica de Mercalli, modificada para evaluar la intensidad de los terremotos.
Concluyendo, la graduación más baja de la escala de intensidad generalmente se relaciona con la manera en que las personas sienten el terremoto. Los números más altos de la escala se basan en el daño estructural observado.