Alexa Saab, señalado de ser el principal testaferro de Nicolás Maduro, fue informante de la DEA entre enero de 2018 y mayo de 2019, según señaló la Fiscalía de los Estados Unidos. Supuestamente, en sus declaraciones entregó información sobre el pago a funcionarios y oficiales de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en Venezuela.
Producto de su acuerdo de colaboración el empresario perdió 10 millones de dólares. En la documentación conocida este miércoles se reseñan los encuentros en Estados Unidos, Colombia y otros lugares, entre Saab y varios agentes de la Agencia Antidrogas a quienes les habría contado secretos de la triangulación de dinero del gobierno oficialista. En dichas pruebas, se manifiesta que Saab fungió como una “fuente confidencial” para la DEA, entregando dinero como parte del acuerdo “para enfrentar cambios por su conducta criminal”.
El empresario, oriundo de Barranquilla, pidió protección para su núcleo familiar (esposa e hijos) con el fin de continuar colaborando con las autoridades entregando información sobre el “régimen de Maduro en Venezuela”. Saab entregó información en contra de las fuerzas del control del orden público, pago de sobornos y los delitos que cometieron. En este punto se cita un hecho registrado el 2 de septiembre de 2020 frente al asesinato en Miami de un ciudadano venezolano acusado de lavar activos.
En un encuentro celebrado el 2 de junio de 2018, aseguran que Saab le entregó a los agentes de la DEA un informe en el que reconocía el pago de sobornos. Los mismos, entregados a funcionarios del gobierno venezolano. Así como otros aportes que consideraron ilegales para recibir millonarios contratos para la entrega de alimentos. Debido a esta colaboración y su compromiso, se firmó el 27 de junio de 2018 el acuerdo formal de colaboración.
La DEA realizó una “cooperación proactiva”
En los meses siguientes, según reconoció la misma DEA, Saab realizó una “cooperación proactiva” en el desarrollo de la investigación. Él una hoja de ruta para mostrar las ganancias de las actividades que calificaron como ilegales; que adelantó junto a su socio Álvaro Pulido Vargas, conocido como Germán Enrique Rubio Salas.
En agosto de 2018, se registró una transferencia electrónica por un valor aproximado a los 3.2 millones de dólares. Un mes después, hizo otro envío por 3.3 millones de dólares. En 1 de noviembre, en la misma cuenta controlada por la DEA se hizo una transferencia de 3.1 millones de dólares. El 5 de febrero de 2019 se presentó la última transacción por 2.9 millones de dólares.
La fecha límite que se le había impuesto la DEA para entregarse a las autoridades era el 30 de mayo de 2019. Debido a que aseguraron que no cumplió esta parte del pacto, finalizaron el acuerdo y se le acusó penalmente en el Distrito Sur de Florida.
La continuación del juicio por los delitos de lavado de activos en su contra quedó programada para el próximo 11 de octubre. Alex Saab, capturado el 13 de junio en Cabo Verde (Sudáfrica) y posteriormente extraditado a los Estados Unidos, enfrenta cargos por los delitos de conspiración para cometer lavado de activos. En su primera audiencia, el pasado 15 de noviembre, se declaró “no culpable” de los hechos materia de investigación.