Desde el año 2014 ha existido un enfrentamiento en la región de Donbás, zona fronteriza entre Rusia y Ucrania. El mismo se ha intensificado recientemente debido a una movilización de tropas rusas a su flanco occidental, lo cual ha encendido las alarmas en el país vecino.
Rusia confirmó el despliegue de sus efectivos luego de las denuncias en Kiev por el aumento de presencia militar rusa en la frontera. Sin embargo, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró que se trata de unos “ejercicios” y responsabilizó a la OTAN por la situación.
Pese a que la situación es delicada, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, descartó las posibilidades de un conflicto bélico a gran escala entre las dos naciones. Al igual que la de una guerra civil en Ucrania. No obstante, el político ruso dejó clara su preocupación por los ciudadanos al sureste del país.
A su vez, Peskov añadió que esta situación incumple los acuerdos de Minsk II, cumbre política en la que se decidió el cese al fuego en el este de Ucrania. “Semejantes provocaciones podrían encender instantáneamente el fuego de una guerra civil en Ucrania. Es por ello por lo que todos manifestamos de forma constante nuestra preocupación”, dijo el portavoz ruso.
Dmtri defendió la actual escalada en el este de Ucrania, zona donde diariamente se reportan violaciones a los acuerdos de alto al fuego; argumentando que se debe a las constantes provocaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania hacia los separatistas rusos. “Ocurren provocaciones. Hay fuego en respuesta a estas provocaciones”, sentenció Peskov en televisión nacional.
En Ucrania esperan más apoyo
Los militares ucranianos estiman al menos la llegada de 50 mil soldados rusos a la frontera. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, mostró su apoyo a los ucranianos, aunque Volodímir Zelenski, máximo mandatario ucraniano, afirmó esperar más apoyo de Washington y respaldo para unirse a la OTAN.
Por su parte, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) advirtió a Rusia por el agravamiento de las tensiones en Ucrania. El Secretario General, Jens Stoltenberg, calificó como injustificada la escalada de Rusia y opinó que se debe cesar la acumulación de tropas en la frontera y sus alrededores inmediatamente.
Mientras que el vicecanciller de Rusia, Serguéi Riabkov, culpó directamente a Estados Unidos y a la OTAN por convertir a Ucrania en un “polvorín”. Justificando la reciente escalada como una simple medida de precaución para proteger a los suyos. “Si hay un agravamiento, nosotros obviamente vamos a garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos, donde quiera que estén”.