Holanda atraviesa una polémica luego de que dos chimpancés fueran asesinados por disparos propiciados por las autoridades del zoológico de Amersfoort, tras constatar la fuga de los primates del establecimiento.
El incidente tuvo lugar el pasado 3 de noviembre cuando los mamíferos aprovecharon que sus cuidadores dejaron una puerta mal cerrada para escapar de su recinto. De inmediato, sus responsables evacuaron el lugar y decidieron disparar a los animales “para evitar una mayor escalada”, según explicaron a través de un comunicado las autoridades del zoológico, quienes definieron lo acontecido como una jornada negra.
Según el zoológico, la situación se controló rápidamente y ningún visitante o empleado resultó herido, más que los dos chimpancés. Detallaron que éstos pudieron escapar por un error humano al cerrar su recinto.
El asesinato de los primates generó protestas de distintas organizaciones defensoras de animales, entre ellas la Red de Ayuda a los Animales (RAYA), que afirmó que este caso se suma a la larga la lista de animales que son mantenidos en cautiverio para ser exhibidos al público y que cuando intentan escapar, son asesinados.
La también corporación agregó que los parques zoológicos no parecen contar con protocolos que salvaguarden la vida de todos los que se encuentran en esos escenarios, sino que solamente intentan salvar las vidas humanas.
Frente a la polémica por la decisión de abatir a los chimpancés, el zoológico holandés aseguró que no había otra opción ya que Mike y Karibuna (los primates) caminaban por la zona de visitantes y demostraban un comportamiento dominante que podría haber llevado a una situación peligrosa.
Seguimientos de los protocolos adecuados
Las autoridades del zoológico alegaron que sí tienen un protocolo preparado para este tipo de situaciones. En este caso se puso en marcha de inmediato el protocolo Animal escapado. Esto significa que se lleva a visitantes y empleados a lugares interiores siempre que sea posible y que se rastrea al animal huido.
A pesar de las muertes, el recinto tenía preparado un anestésico como medida de precaución; pero que el mismo tarda de diez a quince minutos en hacer efecto y que la situación podría haberse tornado más grave.
Para ellos no había otra opción, pero eso no significa que esta decisión no les duela mucho. Un chimpancé en estado agresivo puede conducir a situaciones muy peligrosas en las que la seguridad de los visitantes y empleados se ve seriamente amenazada.
Karibuna era el macho alfa y líder del grupo mientras que Mike era el chimpancé más viejo del zoológico, con más de 50 años allí.