El viernes negro venezolano cumple 39. El mismo tuvo lugar un 18 de febrero de 1983, cuando el presidente de ese entonces Luis Herrera Campins eliminó la libre convertibilidad del Bolívar a 4,30 con respecto al dólar.
Así marcó el fin de la estabilidad que gozaba la moneda nacional desde la segunda década del siglo XX hasta ese momento (1983). En Venezuela, desde el mismo año, el Viernes Negro marcó un antes y un después en la historia de la economía del país. Para ese momento, implementaron el Régimen de Cambios Diferenciales (RECADI).
La causa del colapso del tipo de cambio fijo dado en el Viernes Negro fue una salida masiva de capitales en el año 1982 cuando el BCV vendió una cantidad mayor a 50 millones de dólares diarios por la política económica calificada para ese entonces de incoherente.
Por esta razón, las tasas de interés de Estados Unidos subieron. A raíz de ésto los venezolanos visualizaron en el momento un deterioro con respecto al poder adquisitivo, causado por las medidas económicas y la inestabilidad política que vivió el país a finales del siglo XX.
Durante los años 1986 y 1988 la inflación alcanzó entre el 30% y el 40%. Seguidamente, en el año 1989 se produjo el Caracazo, como consecuencia del aumento de 30 céntimos al precio del combustible y también por la subida en el valor del pasaje en la ciudad de Guarenas, Estado Miranda.
Asimismo y regresando al 27 de febrero de 1989, se inició en las afueras de Caracas múltiples protestas; que después se extendieron por toda Venezuela y generaron grandes disturbios. La fuerte represión del ejército y la policía dejó, según el balance oficial, centenares de muertos.
Viernes Negro dio paso al Caracazo
En ese sentido, “este es un país joven y muchos no vivieron aquel episodio, pero quienes lo hicieron tienden a atribuir al descontento popular y a la actuación de las fuerzas del orden en el control del Caracazo la ola que acabaría llevando al poder a un militar desconocido hasta entonces”, dijo Guillermo Olmo, corresponsal de BBC Mundo en Venezuela.
El historiador venezolano Agustín Blanco Muñoz le dijo a ese mismo medio de comunicación que “no se puede entender la Venezuela en la que triunfó Chávez sin entender el proceso que llevó al Caracazo”. Venezuela había vivido en la década de los 60 y 70 una época dorada con su situación económica.
Muchos de ellos estaban por aquel entonces sumidos en conflictos y aumentaron las guerrillas internas. Además, empezaban a entrar en deuda externa de la que tardarían en recuperarse. Venezuela, por el contrario, prosperaba económicamente impulsada por la industria petrolera y atraía a inmigrantes de muchos lugares de Latinoamérica.
Olmo continuó explicando que “a aquella época dorada se la conoció como la de la Venezuela saudita, por el parecido de la situación venezolana con la de Arabia Saudita, país lejano pero también rico y productor de petróleo”. En la década de los 80 la deuda externa que había crecido aún más, la crisis cambiaria; corrupción en funcionarios venezolanos y la caída del precio del crudo sumieron al país en una enorme crisis.
Carlos Andrés Pérez asumió nuevo mandato en Venezuela
El historiador de la Universidad Católica Andrés Bello Tomás Straka aseguró a BBC Mundo que los gobiernos de Jaime Lusinchi y su antecesor, Luis Herrera, no supieron darle respuesta. Carlos Andrés Pérez, quien ya había dirigido el país durante los años de auge económico (de 1974 a 1979), asumió en febrero de 1989 un nuevo mandato como presidente.
El recién elegido presidente anunció una serie de medidas económicas que acabarían siendo conocidas como el paquetazo. Se trató de un plan acordado con el Fondo Monetario Internacional que exigía grandes ajustes macroeconómicos.
El paquetazo buscaba hacer de Venezuela, sustentada mayoritariamente por el Estado y los “petrodólares”; una economía de libre mercado en la que hubo recorte de gastos y aumentos de las tarifas de los servicios públicos.
Blanco Muñoz afirma que “Pérez había prometido en su primer gobierno una cruzada contra la pobreza, porque los anteriores no habían acabado con ella. Aunque no hubo mejoras sustanciales ni en la educación, la economía ni en la política y eso llevó a una situación insufrible que adquiere en el Caracazo su máxima expresión”. El descontento estalló en Caracas “y después se extendió a otras zonas del país como piezas de dominó”, recuerda Straka.
En el Caracazo, las protestas dejaron 276 muertes, según la cifra oficial reconocida por el fiscal general. Pero las ONG denuncian que nunca se ha hecho una investigación exhaustiva de lo ocurrido. Primero en Caracas y después en el resto del país, el 27 de febrero de 1989.
Viernes Negro y Caracazo como “un antes y un después”.
Para finalizar, tanto el Viernes Negro, como el Caracazo marcaron un antes y un después en la historia venezolana. No solo en el marco económico, que fue el más resultante de todo, sino en el marco político. Además de la perspectiva que puedan tener los ciudadanos venezolanos ante un escenario que consideren similar a estos, que han marcado al país.