La evidencia recopilada indica que, en cualquier caso, hasta hace poco la muerte relacionada con la pesca de mamíferos marinos en Venezuela ha sido frecuente y persistente. Aunque la atención suele concentrarse en la caza de ballenas, más cetáceos mueren cada año al chocarse con embarcaciones que por la industria ballenera.
Paolo Bray es el fundador y director del proyecto Friend of the Sea, que pertenece a la organización World Sustainability Organization. Él le aseguró a France 24 que en 2020, cerca de mil ballenas murieron tras ser cazadas, mientras que otras 20 mil fallecieron a causa de los choques con cruceros, barcos o flotas pesqueras. Y es que esta problemática ha aumentado ante el incremento del tráfico marítimo en el mundo.
Hasta el momento se han documentado al menos 33 especies nativas de mamíferos marinos de la Región del Gran Caribe cerca de las costas de Colombia y Venezuela. A saber, seis especies de ballenas barbadas, 24 especies de ballenas dentadas, un sirenio; el manatí de las Indias Occidentales y dos pinnípedos; la extinta foca monje del Caribe y la foca encapuchada vagabunda.
Aunque algunas especies se han estudiado ampliamente en otros lugares, los datos sobre la biología, la historia de vida, la distribución y el comportamiento de la mayoría de las poblaciones de mamíferos marinos en el Mar Caribe siguen siendo escasos.
El transporte por los mares y océanos creció más de un 300% entre 1992 y 2013. Actualmente, este sistema representa entre el 80% y el 90% del comercio mundial. La cantidad de embarcaciones que navegan en lugares como la Patagonia chilena, la costa del Pacífico de Estados Unidos, el mar Mediterráneo o el océano Índico es tal que está reduciendo la movilidad de las ballenas.
Ballenas no pueden transportarse a causa del hombre
Muchas veces, estos cetáceos no pueden transportarse a los lugares donde se alimentan o donde se aparean, como lo mostró una investigación científica publicada por el medio Mongabay.
En 1994 los autores ambientalistas Debrot y Barros documentaron una cabeza de Stenella attenuata cortada por la mano del hombre, pero también señalaron que los mamíferos marinos no son tomados o utilizados como cebo por los pescadores en el Caribe holandés.
Esto contrastaba con la situación en ese momento aguas arriba en la frontera con Venezuela. En 1998, Debrot también dió a conocer la ingestión de materiales artificiales por un oradero varado en Curazao.
Él también señaló un aparente aumento de la incidencia de varamientos en la ZEE neerlandesa de sotavento después de 1989, y las causas de las mismas seguían siendo desconocidas. Desde entonces, los varamientos, categoría que incluye todas las incidencias de cetáceos muertos, han seguido siendo altos.
Ante este panorama, Friend of the Sea creó la certificación Whale-Safe para buscar que las compañías de transporte marítimo tomen ciertas medidas y así proteger a las ballenas. Por ejemplo, invitan a las empresas a que pongan infrarrojos en sus navíos y a que reduzcan la velocidad para evitar choques con los cetáceos.
Los estudiosos Van Bree y Kristensen fueron los primeros autores en sugerir posibles mortalidades causadas por el hombre, operaciones navales holandesas, por el varamiento de ballenas en Bonaire.
La documentación de Friend of the Sea señala numerosos casos recientes de mortalidad relacionada con el hombre, dos casos de cachalotes enredados en artes de pesca a la deriva en aguas de Aruba, y un ataque letal de un barco a una ballena juvenil de Bryde, cerca de Bonaire, muestran que este problema sigue siendo un grave punto de preocupación.
Crecimiento del turismo en las costas puede afectar a los cetáceos
La última década ha visto un aumento en el uso turístico y recreativo de las zonas costeras de las islas holandesas de sotavento de Aruba, Bonaire y Curazao. El crecimiento masivo concomitante en el número de embarcaciones de recreo; y recreo rápidas a lo largo de la costa hoy en día, significa que cuando los cetáceos se acercan a las costas de estas islas durante las horas del día son más fácilmente detectados y seguidos que nunca por el público curioso e interesado.
Cada vez más a menudo, este interés generalmente bien intencionado y genuino en estos animales únicos tiene lugar de una manera irresponsable, según observadores. Los mamíferos marinos a menudo son seguidos de cerca y persistentemente durante largas distancias en las que los entusiastas nadarán con estos animales e interactuarán de cerca.
No se han establecido directrices para la conducta humana en torno a los mamíferos marinos. A medida que el interés público y turístico en estos animales continúa creciendo; así como su detectabilidad y vulnerabilidad a las perturbaciones como embarcaciones rápida, la necesidad de medidas y pautas de protección es urgente.
Los expertos estiman que al menos 20 mil ballenas mueren atropelladas por barcos de carga, cruceros y pesca. Las tasas de colisiones fatales en áreas como el mar Mediterráneo y Sri Lanka casi se han duplicado en los últimos 40 años. Así como las poblaciones de ballenas se han reducido en más del 50%.
Mortalidad por choques contra embarcaciones puede afectar la reproducción de las ballenas
La mortalidad inducida por humanos causada por choques con barcos puede ser un impedimento para el crecimiento de la población de ballenas. Las poblaciones de los cientos de individuos más bajos corren el riesgo de seguir disminuyendo. Incluso si solo se produce una pequeña cantidad de colisiones con barcos por año. Por lo tanto, es importante identificar poblaciones pequeñas, en declive o en las que las actividades humanas provocan la muerte o lesiones de ballenas.
Los resultados efectivos en áreas críticas son urgentes. Para ello, las acciones de mitigación deben llevarse a cabo de forma colaborativa . El seguimiento y la comprensión de los efectos del transporte marítimo en los océanos es fundamental. Eso para centrar los esfuerzos en mitigar las externalidades generadas por la actividad y orientar a las empresas navieras hacia un transporte más sostenible.
Friend of the Sea decidió lanzar una campaña de sensibilización. Además de premiar a aquellos operadores de transporte marítimo que implementen medidas para prevenir choques con ballenas.
Ellos instan a los propietarios de barcos y a los gobiernos a implementar medidas para prevenir los choques con ballenas. Se llevaría a cabo con una combinación de cámaras térmicas, sistemas de informes en línea o cambio de rutas de navegación. Las líneas de cruceros, operadores de barcos y flotas pesqueras que implementarán estas medidas, serán identificables por el logotipo de Friend of the Sea Whale-Safe.
A su vez, todos pueden ayudar a proteger a las ballenas eligiendo operadores certificados por Friend of the Sea. Quien desee apoyar la campaña Save the Whales, debe firmar la petición de Change.org, que ayudará a Friend of the Sea a convencer a los operadores de naves y cruceros de hacer un cambio que beneficie tanto a la industria del envío como a la conservación.