El amor como premisa en mi vida parecía tener sentido para los escritores de mi historia, ser guionista es estar constantemente desarrollando y resolviendo conflictos ajenos a los propios, al parecer los míos estaban haciendo catarsis, resolviendo traumas o simplemente jugando con el rating para conseguir horario prime time. Aun no tenía claro a donde me llevaban pero sabía que el amor era la pieza clave para los próximos desenlaces.
¿Recuerdan que mencione a Mark Darcy versión mujer? La verdad es que para llegar a ese capítulo tendría que retroceder unas cuantas temporadas. Para situarnos en una línea de tiempo tomaremos como referente año 2012 y para contextualizar lo titularemos “vida universitaria”, un buen título para un capítulo de Flash-back al mejor y puro estilo de Friends. Reducir cinco años en un par de párrafos es difícil, siendo sincera fueron un poco más de cinco años, digamos que la universidad puede ser una especie de Casino Loto, un lugar donde el tiempo no transcurre y provoca no quererse ir. Sí, estoy utilizando como referencia la película de Percy Jackson.
Por las diferentes alusiones que emplee hasta hora es notorio que yo no era una Regina George, al contrario el no ser similar lo hacía utópico porque las plásticas representan el constructo social creado para segmentar a los estudiantes en la secundaria, si algo nos enseñó chicas pesadas es que el deseo de encajar y sentirnos parte de algo que no nos representa en esencia, puede dominar nuestra forma de actuar. Por suerte para mí, llegar a la universidad me permitió vivir la diversidad, aprovechar las diferencias para abrir debates y generar opiniones. Cuando menos lo pensé sin darme cuenta estaba en el lugar correcto, en mi versión de Hogwarts.
Los compañeros de sueños se vuelven fundamentales
Los amigos, aliados y compañeros de sueños se vuelven fundamentales, creas lazos tan fuertes como Thelma y Louise, esas personas se convierten en tu elite, tus contactos de emergencia, ellos confían en ti, en tus ideas, hablamos de amistades maduras, capaces de verte a la cara sin vergüenza alguna y decirte que a una chica le gusten las mismas porquerías raras que a ti no significan que sean almas gemelas si algo fue un acierto en mi historia, sin duda se lo debo al director de casting, eligió las personas correctas para interpretar a mis amigos. Si hoy me preguntaran si ellos me ayudarían a construir un cohete que me llevara De la Tierra a Marte, solo podría responder ¡al infinito… Y más allá!
Pueden hacer la pregunta ¿me gradué de algo o solo hice amigos? Logre ambas, tengo una profesión que amo, nunca pensé que ser comunicadora definiría gran parte de lo que soy pero la verdad es que los guionistas lograron dar en clavo, respecto a los amigos ellos firmaron un contrato y no pueden abandonar el cohete.
Entrando en materia, mis grandes problemas los atribuyo en su mayoría a las mujeres que me gustaban, actualmente no me siento orgullosa de las decisiones que tome en esa época en específico, porque son todo lo que rechazo ahora mismo. Pero si queremos llegar a Darcy debemos hacer un recorrido por mi tormentosa vida amorosa que en su gran mayoría el amor no es el predominante, por un largo tiempo fui la copia de Barney, en “How I Met Your Mother” contaba con una variedad de estrategias y reglas con el fin de seducir a las mujeres.
Evolucione y mantuve relaciones estables
Tenía cierta fascinación por las mujeres que no compartían mi gusto por el mismo sexo, con el tiempo y mucha terapia descubrí que no se trataba de un reto. Convencer a la chica heterosexual curiosa era solo una pequeña parte del problema, tenía terror al compromiso. Era más sencillo salir con alguien que pasaba por una fase de confusión y me dejaría por eso; que afrontar enamorarme de alguien realmente, me paralizaba pensar que alguien pudiera irse por no amarme, despertarme un día abrumada, darme cuenta que para esa persona era irrelevante mi género, que el problema radicaba en mí, en aquello que no tenía para ofrecer. Luego de esta reflexión pensaran que evolucione y mantuve relaciones estables. No fue así, la verdad es que recaí como buena adicta cuando recaes consumes el doble. Me convertí en la Shane que huye el día de su boda (the L Word).
Lo más complicado de hacer frente a la adición, es aceptar que tienes una, yo no tenía idea de cómo amar. Era adicta al mal amor, por ende cada persona que escogí tampoco sabía cómo. Luego de recaer una y otra vez decidí sanar, ayudarme y dar el primer paso dejar mi droga más adictiva. Dejarla a ella, todos la tacharon de despiadada, realmente no era cruel.
Solo seguía ganando en el juego que yo le enseñe, amor intermitente, por un par de años fuimos el gato y el ratón. Hasta que eso me afecto, porque quería darme la oportunidad de amar; para lógralo debía dar un cierre a lo único que hasta hora conocía como relación. Ser sincera conmigo y sacarla de mi vida fue de las cosas más difíciles que tuve que hacer pero gracias a ese paso. Ambas conseguimos amar de una manera sana y positiva a personas extraordinarias.
Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes -Maestro Yoda-