Tardé años en concluir que me aterran los lobos, las noches oscuras, los callejones solitarios, salir sin compañía, no por cobarde, es que me estremece la idea y sin darme cuenta me paralizo, es similar a la sensación que siento cuando voy caminando por una acera donde hay un grupo de hombres, una manada que en mi mente representa peligro, quizás no sea así, pero en mi cabeza son cazadores en busca de una presa, justo en ese momento no puedo seguir caminando, en ocasiones cambio de acera, a veces rezo y normalmente pido ser invisible, pero lo que siempre me repito es, “si pudiera elegir, elegiría no ser una oveja”.
Cuando se nace oveja ¿cómo te quitas la piel? ¿Cómo cambias estas sensaciones y te plantas frente al lobo sin espabilar y dices NO? Es difícil responderte a ti misma, sin cuestionarte, porque quizás “ser oveja es mi destino”. Esa podría ser una gran respuesta, podrías asumir que tu paso por este mundo es ser parte de un rebaño y obedecer. Aceptar que el lobo puede venir por la noche robarse una oveja y está bien, porque el pastor no puede cuidar de todas, en ocasiones él se duerme, está agotado o simplemente se distrae, que parecido es el pastor a nuestros sistemas legales, gubernamentales, a la sociedad que nos cría ovejas y no les importa perder a unas cuantas de vez en mes.
Yo no fui criada para ser pastor y evidentemente menos un lobo, se supone que sería una dulce ovejita, ser tierna, femenina y comportarme como una dama ante las situaciones de la vida. Esos fueron los argumentos que se me inculcaron, pero los años pasaron y ya no me basta ese razonamiento. No podemos cambiar el pasado y lo que la sociedad ha hecho con nosotras pero podemos trabajar diariamente en lograr lo que queremos ser.
Que valientes las ovejas que eligen dejar el rebaño, y asumirse como ellas se ven, algunas feroces leonas. Otras, cautelosas serpientes y conozco a varias que prefirieron la comodidad del hogar siendo hermosas perras de pedigree. Quiero resaltar que podemos crear nuestra propia comunidad diversa donde si no te gusta algo levantas la voz; si sientes que vives en un cuerpo que no te pertenece haces tu transición; si amar te separa de los tuyos entonces nunca te amaron.
Hoy es el momento y el lugar para elegir, si ya sabes lo que no quieres tienes la mitad del camino recorrido. Con esto no desaparecerán los miedos o traumas del pasado, pero puedes garantizarte un futuro donde tu elijas no ser más la oveja bajo el yugo del lobo y el descuido del pastor.