El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus; dijo que no hay ninguna garantía de que vaya a existir en algún momento la vacuna del COVID-19, y que; en caso de que sí termine desarrollándose, no va a poner fin a la pandemia por sí sola.
Esto quiere decir que ningún país podrá resolver este problema hasta que la OMS tenga la vacuna, que sería una herramienta vital para la entidad. En este sentido, el director instó a todos los países a aprender a controlar y manejar este virus. También a hacer los ajustes en la vida diaria que son necesarios para mantenerse a salvo. Así, ha reivindicado la necesidad de aprender a vivir con el éste; ya que los confinamientos no son una solución a largo plazo para ningún país.
No debemos elegir entre la salud y la economía, es una elección falsa. Al contrario, la pandemia de COVID-19 nos recuerda que la salud y la economía son inseparables
Tedros Adhanom Ghebreyesus
Por otro lado, varios países se enfrentan ahora a nuevos brotes como España, tras un largo periodo casi sin ninguna transmisión. Estos llaman la atención a otros que ahora están registrando una reducción en el número de casos.
Para Adhanom el progreso no significa victoria. Añadió que la crisis del COVID-19 es una oportunidad para cambiar el mundo en el que van a vivir los niños; poniendo el ejemplo de España como una de las naciones que más rápido se está descarbonizando para hacer frente al reto mundial del cambio climático.
OMS ante el brote de ébola
Con respecto al brote de ébola en el oeste de República Democrática del Congo, que ya alcanza el centenar de casos. Actualmente hay un retraso de aproximadamente 5 días desde el inicio de los síntomas; hasta que se produce una alerta sobre un supuesto caso de esta enfermedad.
En ese sentido, cuanto más tiempo pase un paciente con ébola sin tratamiento; menores serán sus posibilidades de supervivencia y más tiempo podrá el virus propagarse sin ser visto en las comunidades.
También, la situación se complicó por la huelga de los trabajadores de la salud; que está afectando a las actividades, incluyendo la vacunación y los sepelios seguros. Al respecto, el gobierno de República Democrática del Congo ha desarrollado un plan que necesita unos 40 millones de dólares.
Adhanom Ghebreyesus concluyó que sigue existiendo una necesidad urgente de aumentar los recursos humanos y la capacidad logística; para apoyar una respuesta eficaz del ébola en una zona geográfica cada vez más extensa; y para ayudar a los funcionarios de salud a identificar antes los casos.