Luis Duque, alcalde del municipio de Sucre en el estado de Yaracuy, empezó a colocar símbolos de advertencia rojos en las casas de las personas con Covid-19 y también amenazó con recortar las ayudas sociales para quienes rompan la cuarentena.
Según Duque, está protegiendo a su gente, señalando un letrero de papel blanco en una casa con un círculo rojo y una línea trazada. Indicó que eso muestra que hay un caso de Covid o un caso sospechoso de coronavirus, por lo que la gente estará alerta.
Al decirle a la radio local que se necesitaban medidas radicales mientras Venezuela abordaba una segunda ola del coronavirus. Ahí, el alcalde dijo que los beneficios que incluyen la entrega de alimentos y el gas para cocinar podrían reducirse si las personas no cumplen con las órdenes de cuarentena.
La medida de Duque, miembro del gobernante Partido Socialista de Nicolás Maduro, generó acusaciones de discriminación. Tamara Suju, abogada de derechos humanos, mencionó que se debe denunciar y además, desearle buena salud para que no tenga que marcarse.
Venezuela atraviesa actualmente una segunda ola de COVID-19, la peor hasta el momento, tras la llegada al país de la mutación brasileña del nuevo coronavirus.
El país sudamericano está experimentando un resurgimiento del virus luego de un primer pico en agosto pasado, con 1.526 nuevos casos y 15 muertes reportadas el martes. Yaracuy reportó 186 nuevos casos el mismo día, el cuarto entre los 23 estados y el distrito capital, según muestran los datos oficiales.
Venezuela vivió la semana pasada la peor de la pandemia con 9.468 nuevos contagios y 97 muertes por la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus
Multa por desobedecer la cuarentena el municipio Sucre
Duque dijo que el municipio Sucre también multaría a cualquiera que desobedezca la cuarentena con $9, el equivalente a varios meses de salario mínimo en una Venezuela hiperinflacionaria.
Finalmente, declaró a la radio local que si alguien consideraba que las medidas eran inconstitucionales. Podrían impugnarlas en los tribunales, pero que las reglas eran obligatorias hasta cualquier posible fallo en su contra.